viernes, 1 de julio de 2011

Enséñale a tu mente a cumplir objetivos 2

Enséñale a tu mente a cumplir objetivos 2

Segunda parte

Como vimos en la primera parte de cómo “Enseñarle a la Mente a Cumplir Objetivos”, una parte importante a recordar es el uso correcto y positivo del lenguaje. Hablamos que un lenguaje que nos llene de energía nos ayuda a conseguir lo que queremos. Hablamos que el lenguaje puede boicotearnos y un ejemplo son las palabras como: “difícil”, “después” (“después lo hago”) por citar algunas. También hablamos del lenguaje limitante que nos frena y nos impide realizar la tarea como por ejemplo: “no tengo tiempo”, “no sé donde comenzar”, “que aburrido”, “ahora no puedo”.


Si logramos reeducarnos y cuidar nuestro lenguaje, ya tenemos el primer paso importante logrado hacia el cumplimiento de nuestros objetivos.

El segundo paso importante en el proceso mental para lograr objetivos es la vivencia total del objetivo terminado. El lenguaje, por un lado, nos sirve para plantear nuestro objetivo y la vivencia con los cinco sentidos, nos ayuda a llevarlo a cabo. No hay nada que hayamos hecho que no haya pasado por nuestra mente, sea consciente o inconscientemente. De manera que cualquier objetivo se somete a un proceso mental.

En el primer artículo hablamos de ir al cine y cómo de alguna manera logramos ese objetivo sin esfuerzo. Lo logramos simplemente porque lo vivimos mentalmente antes de vivirlo en la realidad. Cuando planeamos en ir al cine, nuestra mente nos transporta a la butaca con las palomitas y estamos ya gozando con nuestros cinco sentidos. Vemos la pantalla, olemos y gustamos las palomitas, sentimos la butaca, escuchamos la película. Nos enfocamos en el paso final, los obstáculos para llegar allí no los vemos ni los tomamos en cuenta. De alguna manera inconsciente le mostramos a la mente lo que queremos lograr y lo hace por nosotros.

El segundo paso importante para lograr objetivos es visualizarlo y vivirlo con todos sus detalles para que la mente sepa exactamente lo que buscamos. Es irse al paso final y vivirlo. Los objetivos “aburridos” o que motivan poco no los logramos porque de ninguna manera y en ningún momento vemos el objetivo terminado. Nos quedamos seguramente atorados en el planteamiento (en el lenguaje que boicotea). Al visualizar, sentir, escuchar el objetivo terminado; por ejemplo hablando del escritorio desarreglado, si visualizamos el escritorio arreglado, escuchamos lo que alguien nos puede comentar, qué sensación podemos tener ante un logro así, le estamos enseñando a nuestra mente lo que queremos y será más fácil lograr este objetivo y sin duda lo haremos con menor esfuerzo porque no estamos en lucha interna, sino al contrario, tenemos a nuestra mente de nuestro lado cumpliendo lo que le transmitimos.

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