jueves, 26 de mayo de 2022

Coaching para tu equipo de ventas

 

Profundiza en las posibilidades del coaching para tu equipo de ventas. Descubre las estrategias y tácticas necesarias para desarrollarte como coach en tu equipo. Al terminar esta lectura entenderás cuáles son las diferencias entre coach, mentor y entrenador, los tipos de coach diferentes que hay, cómo ayuda un coach a aumentar las ventas y a lidiar con los procesos parados, y cómo puedes crear en tu empresa una cultura de coaching constante.



1 LA IMPORTANCIA DEL COACHING PÀRA EL EQUIPO DE VENTAS

 

Qué es sales coaching

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Vamos a partir del comienzo. ¿Qué es esto del sales coaching que tanto se habla? Este concepto se suele usar muchas veces de forma equivocada o como sinónimo de otro tipo de actividades como sales training o mentoring. Incluso he visto personas que creen que es resolver los problemas de sus vendedores o simplemente dar feedback de mejora. Nada más lejos de la realidad. Mi definición es muy clara. Sales coaching es el proceso por el cual, a través de interacciones individuales, ayudamos a nuestros vendedores a conseguir el éxito en su cargo por medio preguntas que nos harán descubrir desafíos o problemas ocultos. El poder de un coaching efectivo está basado en la idea de que el vendedor ya sabe la respuesta y tu papel es el de facilitador. En ese sentido, tus herramientas principales van a ser las preguntas que hagas para poder llegar al fondo de la cuestión. Y por tanto la propia empleada consiga reflexionar y darse cuenta de dónde está su propio gap o brecha. Desafortunadamente, todavía veo algunos gerentes que no le dan la importancia suficiente y lo suelen ver como un pequeño extra en su trabajo, pensando que va a tener un impacto mínimo en el rendimiento del vendedor. También dan todo tipo de excusas para no hacer esta labor tan importante, desde no entender los beneficios que puede traer al equipo hasta la más típica, como es la falta de tiempo para hacer coaching. Todo esto es una falacia total. No puedo enfatizar suficiente la tremenda importancia que esto va a tener en los resultados de tu equipo. Por suerte, ya hay algunos estudios que demuestran que puede llegar a tener un ROI de hasta siete veces la inversión inicial. Esto está haciendo que cada vez más empresas se estén dando cuenta de que al invertir en estas habilidades, esto acaba teniendo un impacto enorme en los resultados de ventas. Es más, muchas empresas nunca van a alcanzar los objetivos marcados si no crea una cultura de coaching. Los buenos managers, como en los deportes, empujan e inspiran a conseguir más cada día. Es por ello que un gerente excepcional es, por defecto, un gran coach. Los equipos que reciben coaching son, generalmente, más felices y, sobre todo, más motivados. Esto último es tu prioridad número uno como gerente: motivar a tus empleados, además de generar una cultura mucho más abierta y dinámica. Y no solo eso, los líderes que hacen coaching se sienten menos estresados y tienen mayor poder de influencia en sus empresas. Todo esto no es fácil, ya que va a requerir muchos cambios. En particular, un cambio total de tu mentalidad como gerente. Pero vamos a ir de la mano en este curso para que lo consigas.

 

Diferencias con mentoring y training

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No podemos hacer coaching si todavía no acabamos de entender bien las diferencias con otras actividades. En particular, se suele confundir mucho con otros dos conceptos completamente diferentes como son training y mentoring. Por tanto, vamos a ir un paso atrás y primero voy a explicarte las diferencias del punto de vista de un gerente de ventas. En el caso del sales training, tu labor aquí es la de entrenar y formar a tu vendedor. Es explicarle cómo hacer las funciones básicas de su cargo, proporcionarle un conocimiento general o cómo mejorar ciertas habilidades. Va a requerir enseñarles ciertas tareas, dando en muchas ocasiones instrucciones directas. Implica también resolver problemas que la empleada está teniendo con respuestas concisas. Muchos mánagers pasan por alto esto, pero es una parte fundamental de tu trabajo y va a ser crucial, sobre todo, con tus nuevos empleados. Tendrás que enseñarles sobre conocimiento de producto, competidores, clientes, mercados, habilidades de ventas, gestión del territorio y un largo etcétera. Con esto, harás que alcance un conocimiento su cargo muy rápido, y, por tanto, comiencen a tener un buen rendimiento desde el principio. Esta es la relación típica de gerente con vendedor, es decir, de arriba abajo. Por otro lado, tenemos el mentoring de ventas. Es lo que más se confunde con coaching. Aquí lo que hacemos es compartir experiencias y dar consejos ante situaciones, ya que el mentor cuenta con más experiencia y ha pasado por situaciones parecidas, lo que le da mucha credibilidad. Puede ser tanto informal como formal. Un mentor ayudará a aprender a considerar oportunidades de crecimiento de carrera profesional, ganar confianza y obtener habilidades. La relación más común aquí es de vendedor con más experiencia, mentor, a vendedor con menos experiencia. Suele estar en cargos similares, pero no siempre tiene que ser así. Tú, como mánager, puedes ser un mentor de un vendedor de otro equipo, por ejemplo. Además, suele haber un compromiso en el largo plazo con unas sesiones mínimas cada cierto tiempo. Como mánager siempre es importante que recomiendes a tu vendedor a que busque un mentor, preferiblemente dentro de la empresa. Esto para mí fue crucial para mi éxito cuando era account executive. Todavía recuerdo los grandes consejos que me dio al principio de mi carrera que fueron determinantes para llegar a donde estoy hoy. En resumen, me encanta ver el mentoring como compartir sabiduría para acelerar el desarrollo de la persona, tanto a nivel profesional como personal. En cambio, sales coaching no tiene nada que ver con estos dos últimos. Ni enseñamos, como sería el caso del training, ni damos consejos, como en una relación de mentoring, sino que a través de preguntas hacemos que la persona llegue a sus propias conclusiones. Esa es la forma más eficiente de conseguir liberar el potencial de una persona para maximizar su rendimiento.

 

La importancia de vivir en el presente

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Vive el presente. ¿Cuántas veces hemos escuchado esa frase? De hecho, los grandes problemas de la vida moderna suelen ocurrir por no poder adoptar ese mantra que suele ser muy fácil de decir, pero más complejo de implementar. Suele ser el caso del estrés o la ansiedad, que no dejan de ser un exceso de pensamientos en el futuro que generan miedo por cosas que todavía no han ocurrido. Tienes que pensar que el futuro va a ocurrir, tanto si te preocupas como si no. Dirige mejor tu energía mental hacia otro lugar más productivo. Y es precisamente el miedo el que causa que los gerentes de ventas se preocupen constantemente de los objetivos de ventas, fechas límite y una lista infinita de problemas. Si quieres ser un coach eficiente, primero de todo tienes que liberarte de esos miedos. Además, como consecuencia de esto, tendrás una actitud más positiva. Siempre me acuerdo de una sales manager con la que estuve haciendo mentorship hace un tiempo. Era una excelente manager pero siempre estaba nerviosa. Siempre preocupada con los objetivos y por los «underperformers», es decir, esos vendedores de su equipo que estaban vendiendo poco. Como resultado, ella estaba siempre en una mentalidad negativa y claramente perceptible para todo el equipo. Siempre preocupada con lo que puede salir mal. En este caso, era miedo y preocupaciones por el pasado en particular: por no haber llegado al target el trimestre pasado, porque alguien de su equipo vendió muy poco o porque se perdieron algunos contratos importantes. Siempre hacía preguntas del tipo: «¿Por qué llevas un ritmo de ventas tan bajo?», «¿Vas a llegar a los objetivos del trimestre?», «¿Cuántas llamadas hiciste esta mañana?». Este tipo de gestión va a provocar tensiones con tus vendedores y hasta puede contaminar la relación con ellos. Concentrarte en el presente es la única forma de ser un buen coach de ventas y poder conquistar tus miedos. Esto no quiere decir ser cortoplacista o ignorar tus metas. Significa que él ahora tiene prioridad. Haciendo esto, podremos centrarnos en lo más importante: coaching en el proceso de ventas, no en los resultados. Después de todo, el resultado no es más que la conclusión lógica de un proceso. Vamos a volver al caso de la manager que comentaba antes. Si en vez de preocuparse por cuántas llamadas hicieron tus vendedores por la mañana se centrará en lo que funciona o no funciona en el proceso de ventas, ella pasaría a cambiar el foco en el sales coaching. Por último, una estrategia que me funciona para estar más presente es reducir mis expectativas. Al final, es esto lo que produce una tremenda infelicidad personal y profesional: la distancia entre la realidad y tus expectativas. La mejor forma es pensar en generar nuevas posibilidades. No te centres tanto en la expectativa de que tu equipo tiene que generar tantas oportunidades por semana, sino incentiva a tus vendedores 

 

 

2 TU SEGUNDO CARGO Y EL MAS IMPORTATNTE COACH

 

Sales Coaching no es resolver problemas

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Deja de intentar resolver todos los problemas de los vendedores de tu equipo. No tienes la labor de resolver problemas, sino de Sales Coach. Muchos gerentes se pasan el día yendo a reuniones improductivas o apagando fuegos, o bien resolviendo problemas de los empleados. De hecho, muchos creen que su cargo es esencial para resolver los problemas de los miembros de su equipo. Sin embargo, si tomas ese enfoque, solo vas a reforzar la creencia de que puedes resolver todos sus problemas y que eres conocedor de todos los temas. Por tanto, cada vez que tengan una duda o problema, por pequeño que sea, recurrirán a ti automáticamente. Esto acabará creando una excesiva dependencia y a largo plazo hará que nunca se sientan responsables de sus problemas o aprendan a resolverlos por ellos mismos. En otras palabras, se creará un círculo vicioso permanente donde tú eres el héroe que llega para rescatarles de cualquier situación, lo que al final hará que tengas más responsabilidades y puedas dedicar menos tiempo a lo más importante, a hacer coaching a tu equipo. Pero entonces, ¿que tienes que hacer cuando vengan a preguntarte dudas y problemas? Lo que tienes que hacer es confiar en tus vendedores y en su capacidad de resolver sus propios desafíos; es la única forma de que aprendan: haciéndolo ellos mismos. Por tanto, un buen coach sabe que cuando un empleado pide consejo sobre un problema, el mejor enfoque es dejar que lo resuelva él mismo a través de hacerle las preguntas adecuadas. Esta estrategia le incentiva a pensar por sí mismo, y, por tanto, al generar sus propias soluciones, los empleados se van sentir empoderados. Pero ¿cuáles son las preguntas adecuadas? Primero de todo, van a ser esas preguntas que no están centradas en lo que está mal, ya que solo refuerza opiniones negativas, sino en preguntas que se apoyen en una solución. Imagínate que tu empleado cometió un error. La mayoría de gerentes, probablemente, responderían preguntando: «¿Por qué te confundiste?» En cambio, la pregunta adecuada sería: «¿Cómo puedes hacerlo mejor la próxima vez?»

 

 

La importancia de la confianza y la compasión

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La mayoría de nosotros tendemos a mantener las distancias con las personas que no conocemos bien o con aquellas personas en las que no confiamos. Por eso mismo, en una relación de coaching, es importantísimo que hagas sentir a todos los miembros de tu equipo cómodos contigo y, sobre todo, que confíen en ti. Tienes que crear una conexión profunda a través una comunicación que sea auténtica, abierta y positiva. Sin esto, es imposible implementar ningún coaching efectivo. Y, ¿cómo puedes crear esa conexión? La clave aquí se llama empatía, escuchar atentamente y con genuino interés lo que te tienen que contar, además de adoptar un lenguaje corporal que sea super abierto y receptivo, siempre comprensivo y sin juzgamientos. Una primera táctica interesante para generar conexión es compartir historias en las que has vivido situaciones parecidas a las que está pasando tu vendedor. Esto ayudará enormemente a construir intimidad e incentivará una conversación abierta y de confianza. Una vez construida esa confianza, es momento de empezar a mostrarle potenciales oportunidades que no está viendo usando palabras como «imagina» o «considera». Esto le animará a expandir su visión de lo que es posible. Al final, muchos vendedores que necesitan coaching lo necesitan porque justamente no están viendo el potencial que está justo enfrente de ellos, así que para conseguir esto, tienes que motivarlos con frases como, por ejemplo: «Pablo, imagina que pudieras tener el cargo perfecto de ventas, ¿cómo sería?» Pero no solo basta crear confianza y conexión para poder colocar en práctica un coaching eficaz, sino que también es totalmente esencial tener un estilo de liderazgo de compasión, que es lo que acabará generando total apertura del vendedor en las sesiones que empecemos a tener. De hecho, compasión es cada vez más reconocido como una habilidad fundamental de liderazgo y muchas empresas son conscientes del impacto enorme que puede tener en las organizaciones. Y, como habilidad que es, puede ser aprendida. Por tanto, aquí te dejo algunos consejos para poder ser más compasivo como líder. Primero de todo, el cambio más importante tiene que venir de ti mismo, no puedes desarrollar con éxito una verdadera compasión por los demás, si todavía no has conseguido desarrollar tu autocompasión. Hay muchas formas de mejorar esto, y daría para hacer otro curso solo sobre este tema, pero simplemente empieza por ser menos duro contigo mismo y aprende a perdonarte por tus errores. Somos muy buenos dando consejos a los demás, pero deficientes cuando el consejo es para nosotros mismos. También no olvides practicar la gratitud cada día, por ejemplo, una buena forma de aplicar esto es que escribas cada mañana las tres cosas por la que estás agradecido ese día. Pueden ser cosas profundas o superficiales, no importa, por ejemplo, en todas mis reuniones de equipo, antes de empezar la agenda del día, hacemos una ronda de gratitud en la que cada una de las personas de mi equipo cuenta en pocos segundos por lo que está agradecido ese día, eso ayuda a entrar a la reunión con una energía muy positiva. La gratitud está totalmente conectada a la compasión, niveles altos de gratitud producen mayores niveles de compasión a través del aumento de los sentimientos de empatía. Por otro lado, esfuérzate por estar presente en todas las interacciones. Es imposible dar coaching si no estamos prestando total atención. Además, este es el elemento más importante para ser percibido como un líder carismático. Diferentes tácticas, como la meditación diaria, puede ayudarnos a desarrollar el mindfulness que al final de cuentas no deja de ser el elemento fundamental de la presencia y de la escucha activa. Y, por último, trata a las personas como te gustaría que te trataran a ti. Si aplicas siempre ese mantra, el resto vendrá naturalmente. Cultiva una cultura de calidez y confianza para que los empleados se sientan psicológicamente seguros en el trabajo. Esto significa que se sientan cómodos en poder expresarse libremente y sin miedo a represalias, significa que las personas sientan que pueden ser ellas mismas en el trabajo.

 

Quién merece tener coaching

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Sales coaching no tiene que ser aplicado en todo momento ni para todas las personas. No intentes hacer coaching a todo tu equipo a todas horas, porque hay algunas situaciones en la que no es recomendable. Por ejemplo, en caso de que tengas nuevos vendedores en tu equipo, tiene muy poco sentido que hagas algún tipo de coaching porque todavía no han adquirido suficiente conocimiento del cargo. Como comentamos, el coaching está basado en hacer las preguntas adecuadas para que la persona llegue a sus propias conclusiones. No le damos las respuestas, sino que dejamos que a través de nuestras preguntas piense más profundamente sobre la cuestión y se dé cuenta de cuál es el mejor curso de acción. En cambio, una persona que acaba de comenzar en el cargo no cuenta con la suficiente información para poder llegar a sus propias conclusiones, así que nosotros tenemos que darle las instrucciones, las respuestas y la dirección adecuada. Y esto sería, concretamente, training no coaching. También, en muchas ocasiones es más interesante darle mentoring, es decir, darle un consejo directo ya que estamos viendo que el repertorio de preguntas no está funcionando porque está faltando autoconocimiento. Aunque en muchas ocasiones tú ya sepas las respuestas de los desafíos de tus vendedores, no es conveniente caer en la trampa de estar siempre dando consejos. Es fácil caer en la tentación de darles una respuesta en el momento en vez de hacer coaching y tener la paciencia de que ellos mismos lleguen a sus propias conclusiones a través de preguntas. Puede que incluso te encuentres en la situación de que alguien no es instruible o «coachable». Este es un tema difícil y delicado, pero una forma de entenderlo, si ese es el caso, es ver si la falta que tiene de habilidades interpersonales está estrechamente ligada a su personalidad, y, por tanto, ni ella misma está dándose cuenta de esta falta. Si no eres consciente de lo que te falta por mejorar, es mucho más difícil que haya alguna mejora. En esas circunstancias, tendrás que tomar algunas decisiones difíciles. Probablemente tu equipo esté formado por «top performers, middle performers» y «low performers», como si fuera una distribución normal. Tu tiempo de coaching no puede ni debe ser distribuido de una forma equitativa entre ellos. Un error muy común que veo, es invertir en exceso en los «under performers» y muy poco tiempo en los top performers, cuando, de hecho, tendría que ser todo lo contrario, ya que el retorno en la inversión de tu tiempo con un top performer va a ser mucho más alto, además de que suele ser mucho más coachable y aprende muy rápido. Centrándote en top performers, vas a tener un impacto mucho más alto en los resultados de tu equipo. De hecho, hacer coach con una persona de alto rendimiento es una de las mejores partes de mi trabajo y una fuente de energía enorme para mí. En cambio, hacer coaching con una persona de bajo rendimiento puede ser exactamente todo lo contrario. Si lo has hecho, sabes perfectamente a lo que me refiero. Incluso, si te centras en hacer coaching en tu top performer vas a tener automáticamente un impacto en todo el equipo, ya que estando con ella vas a poder ver más claramente cuáles son sus estrategias ganadoras y te ayuda a identificar los elementos esenciales para tener éxito como vendedor en tu equipo. De esta forma, consigues recopilar toda esa información y entregarla en futuros trainings para los nuevos miembros, e incluso para tus nuevas contrataciones. Además, abandonar a tus top performers nunca es una buena decisión. Se pueden sentir solos y desconectados de la organización y esto puede incluso provocar que abandonen la empresa y esto es lo último que quieres. Es precisamente la retención de los top performers tu máxima prioridad. Sin embargo, donde tienes que dedicar la mayor parte de tu tiempo de coaching es en los vendedores del medio del grupo que son lo que te pueden dar también 

 

La reunión individual (1:1) para hacer coaching

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Llegó el momento clave. Ya te has dado cuenta de que sales coaching es esencial y quieres empezar a aplicarlo cuanto antes. El coaching de ventas tienes que aplicarlo en las reuniones que ya tienes cada semana con tus vendedores, o one-on-ones. Aprovecha esas reuniones no solo para hablar de forecast y métricas de ventas, sino para cambiar la dinámica y aplicar la metodología de coaching que te voy a explicar ahora. Te voy a presentar la metodología de coaching que siempre uso y que puedes aplicar hoy mismo en esos one-on-ones. Es el modelo GROW. Este modelo es simple, pero muy potente y sirve para estructurar tus sesiones de coaching. Fue desarrollado en los años 80 por tres coaches de negocio. GROW divide la conversación de coaching en cuatro fases diferenciadas. G, para goal, objetivo, R, para realidad actual, O, para opciones, y W, que sería como la voluntad y el compromiso. Imagínate este modelo como si fuera un viaje. Primero decides dónde quieres ir: el objetivo; y estableces dónde estás ahora mismo: realidad actual; una vez tienes esto, defines qué diferentes rutas hay para llegar: opciones; por último, tienes que tener el compromiso de hacer el viaje entero y, por tanto, prepararte para los obstáculos que puede haber. Para estructurar tu sesión de coaching y entender qué preguntas hacer, empecemos por cada una de las fases. Empecemos por la primera fase: establecer el objetivo. Aquí tienes que ver qué comportamiento tienes que modificar. Estructura ese cambio como una meta que la persona quiera alcanzar. Para hacer esto, podemos hacer preguntas como: ¿Qué deseas alcanzar con esta sesión?, ¿qué te gustaría que pasase?, ¿qué quieres realmente?, ¿qué resultado estás intentando alcanzar?, ¿qué quieres cambiar este año? Acuérdate de que un objetivo tiene que ser específico, medible, alcanzable y siempre fijando una fecha límite. Ahora pasamos a la segunda fase: examinar la realidad actual. Este es un paso muy importante. Muchas personas intentan alcanzar un objetivo sin pararse a pensar realmente dónde están ahora. Preguntas para hacer coaching en esta parte serían: ¿Dónde estás ahora en relación a ese objetivo?, ¿qué crees que contribuyó al éxito hasta ahora?, ¿qué está funcionando bien ahora?, ¿por qué crees que todavía no has llegado a tus objetivos?, ¿qué crees que te está impidiendo alcanzarlos?, ¿qué progreso hiciste hasta ahora? Después de tener claro la realidad actual, pasamos a la tercera fase: explorar las opciones que tenemos para llegar a nuestros objetivos. Ayuda a tu empleado a navegar todas las posibles opciones. Después de tener un número considerable de opciones en la mesa, la idea es que le ayudes a decidir las mejores. No te olvides que es coaching, tienes que guiarle en la dirección correcta con las preguntas, no tomando tú la decisión de cuál es la mejor opción. Preguntas típicas que pues hacer para explorar opciones son: ¿cuáles son tus opciones?, ¿cuál podría ser el primer paso?, ¿qué crees que podrías hacer para obtener un resultado mejor?, ¿qué más te puede ayudar?, ¿qué pasaría si hicieras eso?, ¿qué es lo mejor y peor de esa opción?, ¿qué más podemos hacer? Una vez examinadas la realidad y las opciones que tenemos, tu vendedor o vendedora tiene una idea clara de cómo alcanzar sus objetivos. Ahora solo falta un paso final muy importante: que se comprometa a acciones específicas para poder ir progresando hacia la meta marcada y conseguir la motivación suficiente. Preguntas que debemos usar en esta fase son: ¿cómo vas a conseguir eso?, 

 

Las Coaching Calls

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Uno de los momentos más importantes para hacer coaching con tu equipo, es participar en las llamadas con ellos, los famosos coaching calls. Un coaching call es una llamada en la que participarás junto a tu vendedor, o vendedora, solo en la capacidad de oyente. Es decir, tú vas a estar ahí solo para escuchar. Puedes, quizá, hacer alguna pequeña intervención en la llamada, pero recuerda que la responsabilidad total recae en tu vendedor, no en ti. Este tipo de llamadas solo deben ser usadas con las personas que ya tienen cierta experiencia y en particular, con tus middle y top performers. Con los nuevos vendedores, lo ideal es que al principio tú hagas directamente la llamada con el cliente para que vean la dinámica y aprendan de esta forma rápidamente cómo posicionar los productos, cómo hacer las preguntas correctas o, simplemente, cómo desarrollar su pitch de ventas. También están las llamadas en las cuales vais a participar conjuntamente; quizá alguien lo lidera, pero tanto tú como tu vendedor tenéis una participación muy activa. Esto suele ser muy habitual también en reuniones presenciales. Estas reuniones o llamadas son muy importantes, sobre todo cuando estamos ante potenciales contratos grandes, en los cuales tu presencia puede hacer la diferencia. También es un buen formato para los nuevos vendedores, pero volvamos a los coaching calls o esas llamadas donde irás para observar, hacer coaching y también para dar feedback. No te olvides que tienes que dedicar al menos un 60 % de tu tiempo a hacer coaching calls. Es curioso ver que todavía muchos gerentes de ventas dedican muy poco tiempo a esta labor. En algunas ocasiones no llega ni al 10 % de su tiempo. Esto es un gravísimo error porque precisamente, en los coaching calls, es donde conseguiremos las grandes mejoras de nuestros vendedores. O, dicho de otra forma, el mayor impacto en los resultados de tu equipo va a depender de esto. Esta tiene que ser tu máxima prioridad y tienes que hacer un mínimo semanal de llamadas con cada uno de los miembros de tu equipo. Esta labor va a ser la más crítica de todas. Acuérdate de que es importantísimo que tengas cuidado a la hora de dar feedback, después de la llamada. Siempre empieza con la pregunta básica: «Cómo sentiste que fue la llamada?». Muchas veces, el propio vendedor tiene un altísimo autoconocimiento y pudo percibir claramente los puntos de mejora y a través de tu coaching, él mismo sacará sus propias conclusiones. A la hora de dar feedback después de la llamada, además de comentar las áreas de mejora, es muy importante que comentes qué fue lo que mejor hizo y comentar por qué lo hizo también y qué impacto tuvo en el cliente. A veces no se dan cuenta de por qué fue una excelente llamada. En las áreas de mejora, siempre tienes que colocar un plan de acción para implementar esas mejoras y ver cómo se aplica eso en el siguiente coaching call.

 

Por qué coaching puede significar perder un contrato

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Seguro que como manager has estado en la situación de estar participando en una llamada con tu vendedor y sentir el impulso incontrolable de entrar en la llamada para intentar rescatar la negociación, ya que sentiste que la llamada estaba yendo de mal en peor, o simplemente lo haces porque crees que ties una mejor capacidad de ventas, es decir, una cuestión de ego, lo cual lo hace todavía más grave. Con ese tipo de comportamientos lo que vas a hacer es desmotivar a tu empleado: aunque pueda parecer que tienes una ganancia en el corto plazo, en el largo plazo va a ser muy perjudicial para su desarrollo como profesional de ventas: tiene que enfrentarse a esas llamadas difíciles y a la posibilidad de perder una venta. A veces ser un buen coach puede significar dejar que el vendedor pierda ese deal o negociación. Sé que es difícil, y hay que tener una gran madurez como manager para tomar ese tipo de iniciativa, pero va a ser muy importante. No hace falta decir que obviamente hay excepciones a esto, sobre todo si estamos ante un deal de vital importancia en el que sí deberíamos entrar a intentar salvar o revertir la situación, pero el vendedor tiene que aprender esas habilidades por él mismo y a veces el fracaso es un buen medicamento. Recuerda que el objetivo principal del coaching es mejorar sus propias habilidades en el cargo bajo cualquier tipo de venta, especialmente en las circunstancias más desfavorables. Si estás constantemente entrando a salvar a tu vendedor cuando la situación se pone fea, nunca vas a conseguir ese objetivo, además de perjudicar su autoestima. En muchas ocasiones, y por mi propia observación, esa llamada está yendo mal por una falta de habilidades de «objection handling», o dicho de otra forma, la forma en el que tu vendedor responde a las objeciones y dudas del cliente. Es precisamente en las objeciones del cliente donde podemos darle la vuelta a la tortilla y con un coaching enfocado en esta área conseguiremos que nuestro vendedor pueda salir con éxito al desafío de enfrentarse al escepticismo, a las críticas y a los prejuicios que muchas veces tiene el cliente sobre nuestros productos de una forma elocuente y persuasiva. Además, no te olvides que tienes que ayudar a tu vendedor o vendedora a recomponerse emocionalmente de la pérdida de esa venta; déjale que te cuente por qué cree que perdió esa potencial venta, verás que en muchas ocasiones él o ella sabe perfectamente en dónde se equivocó y las razones por las que todo se echó a perder y así es como se aprende en la vida: ensayo y error.

 

 

3 MOMENTOS CRITICOS Y COMO SOBRELLEVARLOS

 

Dar feedback a tu equipo

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Si queres ser un buen Sales Coach, tienes que superar el miedo a dar feedback. Es impresionante ver que todavía muchos gerentes evitan darlo o simplemente no lo hacen. Cuando comencé como gerente de ventas, esta fue un área de grandes desafíos y aprendizajes para mí: tuve que trabajar muy de cerca con mi mentor para entender cómo podía mejorar esta habilidad tan importante. Esto se debe a diversas razones, pero la más habitual suele ser la de sentirnos que no tenemos las suficientes habilidades de feedback. En algunos casos, como el mío, además de percibir que no tenía suficiente habilidad, no quería herir en exceso a la persona o colocarle en una mentalidad negativa que chocaba de frente con mi mentalidad extremadamente positiva. De hecho, en la gran mayoría de entrenamientos de sales coaching que se dan en las empresas, falta un entrenamiento básico de cómo dar feedback, lo que te deja en una situación muy difícil para poder dar coaching de mejora. En LinkedIn siempre hablamos de dar un feedback que sea abierto, honesto y constructivo. Ese es el combustible que generará grandes transformaciones en las personas, además de crear buenas relaciones y colaboraciones dentro y fuera de tu equipo. Vamos a ver juntos cómo podemos ser más hábiles a la hora de dar feedback con los siguientes pasos. Antes de nada, párate a pensar por qué quieres dar ese feedback. Piensa bien cuál es la intención que estás buscando, ¿qué resultado quieres incentivar compartiendo ese feedback? Una vez teniendo esto claro, la clave es la preparación; esto es importantísimo, ya que podrás pensar mejor qué palabras son más precisas para describir una realidad y evitarás una mala interpretación. Es muy fácil, sobre todo si es un feedback por escrito, que una palabra pueda dar lugar a diferentes interpretaciones. Por tanto, usa siempre ejemplos y sé lo más específico que puedas. Nunca se te ocurra dar feedback si no tienes ejemplos para dar y, de esta forma, dejar claro a lo que te refieres. Acuérdate de que el ejemplo tiene que tener una situación, una acción y un resultado. Cuantos más detalles, mejor. Además, si es un feedback que puede tener consecuencias importantes para la persona, recomiendo entrenar antes con tu mentor o con alguien de tu empresa. En particular, con el departamento de Recursos Humanos, que es el departamento con más experiencia en esta área. Por último, no te olvides de que tiene que ser una conversación, escucha las respuestas que da la otra persona y cómo reacciona al feedback que estás compartiendo. Explora posibles siguientes pasos con ella. De hecho, los siguientes pasos es algo que tenemos tendencia a olvidar. El feedback puede ser transformador, pero solo si hay una acción asociada a ella. Define de una forma clara y medible el siguiente paso y coloca una fecha exacta para hacer el seguimiento. La mentalidad que tienes que tener siempre es que el feedback es un regalo.

 

Tener conversaciones difíciles

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Como coach y como gerente, te vas a encontrar en la situación de tener conversaciones difíciles con tus empleados. Como líder que eres, tienes que tener la valentía y las habilidades para enfrentarte a conversaciones tensas y desafiantes. Si no consigues hacer esto, no llegarás muy lejos en tu empresa, no tendrás el crecimiento exponencial que buscas, ya que este tipo de situaciones están en todas partes y surgen constantemente. Pero no te preocupes, como todo en la vida, es cuestión de práctica y habilidad. Me viene a la mente esa situación típica a la que seguro te has enfrentado en el pasado, tienes que tener una charla con ese vendedor que acaba de tener un trimestre o semestre con un rendimiento muy por debajo de lo esperado y está en una situación muy difícil. Probablemente, tienes que colocarlo en algún programa de mejora, que se suele llamar en ventas «Performance Improvement Plan», que puede incluso significar la antesala de un despido por rendimiento. Antes de esa conversación es importante tener en cuenta el contexto y el momento que eliges para tener esa conversación. Piensa también en lo que hemos hablado en otras ocasiones: la compasión. Y aquí me refiero a la compasión en el sentido de preocuparse genuinamente por la situación por la que está atravesando tu vendedor. Si él siente que realmente no estás preocupado por su situación o estás fingiendo, esa conversación puede ser un verdadero desastre. No hay nada peor que la falsedad. Entonces, piensa siempre que la base para esa conversación tiene que ser la de que «me preocupo por ti y por tu situación». Recuerda ponerte en su situación y cómo tú reaccionarías a esta, o en otras palabras, practica la empatía en todo momento. Tampoco te olvides de que el liderazgo es, precisamente, ayudar a otras personas a crecer. Tienes que ayudar a esa persona a pasar por ese desafío de una forma exitosa, tanto si es en el mismo cargo o en otro cargo en el cual será más feliz. Cuando ya empiece la conversación, sé dueño de ella y ve directo al asunto. No des rodeos ni digas la misma cosa de formas diferentes. Además de ser directo, tienes que ser específico. Durante esa conversación, no te olvides de tener un tono neutral, el tono es la parte no verbal durante esa conversación estresante. Comprende no solo la entonación, sino también las expresiones faciales y lenguaje corporal consciente e inconsciente. Aunque es difícil tener un tono neutral cuando se tienen sentimientos intensos que pueden ir desde rabia a tristeza, la neutralidad es totalmente necesaria en un momento de crisis o, como en tu caso, en una conversación de alta tensión. Piensa como un piloto o la tripulación de vuelo reaccionan cuando hay turbulencias. No importa cuán grave sea que cuando dan el mensaje lo dan con un tono totalmente neutral para no generar ningún tipo de pánico, como el típico mensaje de: «Estamos pasando por un área de turbulencias». Lo mismo hará el piloto cuando tenga que informar a la tripulación en una situación de emergencia. Lleva práctica adquirir esa neutralidad, pero un tono neutral es el mejor lugar donde empezar cuando una conversación se vuelve difícil. Por último, es imprescindible que practiques antes las frases o preguntas que vas a hacer en esa conversación difícil. Cuanto más preparado estés, más fácil será permanecer neutral y, por tanto, transmitir un mensaje más sólido y específico.

 

 

Coaching de carrera

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Una de las charlas más importantes que puedes tener con tu empleado es la conversación de carrera. También va a ser importante cuando estés haciendo coaching o mentoring a personas fuera de tu equipo. Cuando sea con miembros de tu equipo, te recomiendo hacerlo una vez por trimestre y lógicamente, fuera de tus reuniones recurrentes o one-on-ones que tengas con ellos. En la preparación de tu primera career coaching, envía a tu vendedor un email explicando las expectativas de esa reunión. La idea es pedirle con antelación un plan básico de carrera con sus objetivos a corto plazo y a largo plazo. No significa que esté nada escrito en piedra, pero será muy útil para abrir el debate y explorar esas u otras nuevas posibilidades. Te dejo aquí algunos consejos a la hora de hacer esas reuniones enfocadas a carrera. Primero de todo, intenta hacer tus sesiones de career coaching fuera del ambiente de trabajo, idealmente dando un paseo; aire fresco y movimiento os inspirará más. Si no es posible, simplemente, tómate un café en cualquier lugar. Ese tipo de ambiente menos corporativo dará todavía más apertura y, por tanto, más posibilidades de explorar opciones. Segundo punto importante: habla menos y escucha más. De hecho, esto sería como la primera llamada que tienes con un cliente y quieres entender todas sus necesidades. El 80 % del tiempo tendría que ser la persona hablando, no tú. Deja tus comentarios y consejos para el final, cuando entiendas mucho mejor la situación. Tienes que entrar en esa conversación con la mentalidad de un niño pequeño que quiere entender el porqué de todo. Si vas con esa mentalidad de curiosidad extrema, el resto vendrá solo. Además, para conseguir esto, tienes que hacer siempre preguntas abiertas no preguntas que dan como respuesta «sí» o «no». Es recomendable evitar las preguntas del tipo «por qué», ya que suelen ser percibidas un poco agresivas y pueda ser que la otra persona se ponga a la defensiva. En vez de preguntas como: «¿por qué eso es tan importante para ti?», mejor pregunta: «¿qué es lo que hace que sea tan importante para ti?, cuéntame más». Explora cuáles son los valores más importantes para esa persona, cuál es su talento, qué intereses tiene y qué significa el éxito para ella. Vuelve constantemente a los objetivos que tiene a corto y largo plazo, de forma que puedas añadir tus observaciones sobre sus fortalezas. Tienes que pensar en todo momento en qué fase de la metodología de GROW te encuentras para hacer coaching y hacer las preguntas que tienen sentido en ese momento. Mi filosofía general en cuanto a desarrollo de una carrera profesional es centrarse siempre en las fortalezas de la persona. Olvídate de tus debilidades. Nunca vas a ser bueno en eso y el retorno de la inversión de mejorar una debilidad va a ser extremadamente bajo. En cambio, si te centras en potenciar lo que ya son tus fortalezas, es decir, lo que te sale natural y sin esfuerzo, el retorno de la inversión va a ser mucho más rápido y significativo. No caigas en la trampa de querer mejorar tus debilidades. Para mí el éxito profesional significa saber cuáles son exactamente mis fortalezas y potenciarlas. Es importante, por tanto, que explores con ella cuáles son sus fortalezas. A veces, esto va a significar que inviertas más en autoconocimiento ya, que por sorprendente que parezca, me he encontrado en muchas sesiones en las cuales la persona no está segura de cuáles son sus fortalezas. Por último, no dejes de agendar un seguimiento de los puntos que tocaste en la sesión. Piensa que van a ser sesiones donde vamos a destapar y explorar muchas nuevas posibilidades, es decir, el enfoque es la cantidad para luego ir filtrando a pocos puntos. El seguimiento de esos puntos claves finales es esencial.

 

 

4 REUNIONES CON TUS VENDEDORES

 

 

Cómo preparar antes la reunión

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Hay pocas cosas que disfrute más que ir junto con mi vendedor a las reuniones con los clientes. Y aquí estoy hablando, no de llamadas, sino de reuniones presenciales. Las reuniones presenciales son siempre muy importantes, especialmente, en la cultura latina, y más aún cuando se trata de deals, con mucho potencial o complejos. También tu presencia como gerente puede hacer que vengan tomadores de decisión a la reunión y eso puede cambiar por completo la dinámica de esa oportunidad de ventas. Es diferente que un coaching call, ya que vas a estar participando activamente, aunque tú no lideres la reunión. En cambio, la parte parecida es que al final de la reunión tendrás un espacio interesante para dar feedback a tu vendedor. Además, el feedback será más completo que en un coaching call, ya que podrás dar retroalimentación de hasta cómo ha sido su lenguaje corporal, cosa que no es posible en una llamada telefónica. ¿Qué significa esto? Que la posibilidad de aprendizaje es mucho mayor y de ahí la importancia de que vayas a esas reuniones. Con los nuevos miembros de tu equipo esto todavía se vuelve más importante, ya que les ayudará a aprender la dinámica de ventas mucho más rápido que en una llamada. Cuando tengas planeado ir junto a tu vendedor, tenéis que tener claro varios aspectos importantes en antelación a ese encuentro. Primero, tienes que entender en qué sector se encuentra la empresa y cuáles son sus competidores. ¿Ya son clientes? Este puede ser un punto muy importante para resaltar más tarde, cuando pueda haber objeciones del cliente. No te olvides de llevar información y datos relevantes a la reunión. Segundo, lee con antelación las notas de la primera llamada que tu vendedor tuvo con ellos o, como se suele llamar, «qualification notes». No es recomendable que participes en una reunión junto a tu vendedor si no hubo una interacción antes y se ha cualificado la oportunidad, es decir, se conocen ya ciertas informaciones básicas de la situación y necesidades de la empresa. Pero, sobre todo, entiende cuáles son los desafíos y cómo, potencialmente, podrían ayudar las soluciones que ofreces. Por último, la pregunta mágica que tienes que hacer antes de la reunión y que abrirá un coaching y una mentalidad de crecimiento en tu empleado es «qué significa éxito para el cliente». Ese es el tipo de preguntas que colocará a tu vendedor o vendedora en el mindset correcto. No preguntas típicas de si el tomador de decisiones está en la reunión o cuándo crees que puedas cerrar esa oportunidad. Recuerda, la mentalidad lo es todo.

 

 

Cómo posicionarte en una reunión

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Entonces, hemos decidido que vamos a ir junto con tu vendedora a esa reunión tan importante con la intención de apoyar y darle coaching más tarde. ¿Cómo deberías posicionarte tú de cara al cliente? ¿Como el jefe, como el coach? No te preocupes mucho por eso ni le des vueltas, mi recomendación es que simplemente te presentes como un compañero de equipo y listo. Una excepción aquí sería en el caso de que ya te haya presentado por emails como su jefe, o debido a tu presencia, conseguiste la reunión con los directores de la empresa. En ese caso, sí es recomendable que te presentes como el responsable del área, ya que tu presencia ahí para mover la negociación es relevante. De igual forma, es bueno que clarifiquéis juntos unos minutos antes de la reunión cómo te vas a presentar y cómo te vas a posicionar junto al cliente. Generalmente, recomiendo que te presentes tú mismo. Por ejemplo: «Soy Borja Castelar, soy el compañero de Mariana. Trabajamos en la misma área y estoy encantando de poder participar en esta reunión y ver cómo podemos transformar la forma en que operan». Después, di algo relevante a la industria de la empresa y pásale la pelota a tu vendedora para que ella lidere la reunión. Recuerda que el 90 % de esas reuniones no tienen que ser lideradas por ti. La idea es que tu empleada aprenda por ella misma, con apoyo tuyo durante la reunión y feedback después, no dejes que el ego te haga tomar el control total de la reunión. Y cuando digo apoyar a tu vendedora, es usar algunas técnicas para hacer que la conversación continúe fluyendo normalmente, como pueden ser preguntas abiertas, por ejemplo: «He visto que vuestro sector está pasando por una escasez de talento. ¿Qué acciones estáis haciendo para intentar mitigar esa situación?». Ten en cuenta, además, que eres una nueva persona en la reunión, así que te puedes permitir el lujo de hacer preguntas que tu vendedor no puede hacer o incluso hacer las mismas que ya se preguntaron anteriormente para sacar así nueva información más completa y detallada. También, cuando venga el momento de la negociación de precios o de políticas específicas de la empresa, será un buen momento para que entres y las expliques en pocos minutos. Una vez explicado, devuelve de nuevo el foco al valor de las soluciones. No interrumpas ni intentes monopolizar o liderar la reunión. Es difícil, sobre todo si vienes de ser un vendedor de éxito, antes de ser gerente de ventas. Vas a sentir ese impulso incontrolable de entrar a vender la solución, pero no dejes que tu ego te controle. Recuerda, no tienes ni que ser mudo ni el protagonista en esa reunión, tienes que estar en la posición de apoyar a la estrella de la función, que es tu vendedora, no tú.

 

 

5 COACHING EN BASE A LA SITUACION

 

Coaching de prospección

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Como sabes, la prospección es el primer paso en el proceso de ventas y consiste en identificar y buscar potenciales clientes de nuestras soluciones. Mi definición es simple: es el arte de identificar nuevas oportunidades de ventas. Nunca me canso de repetir que la prospección es una de las actividades más importantes en ventas para generar nuevas oportunidades y, por tanto, cerrar más contratos. Por mi experiencia, los mejores vendedores de nuevos negocios que he conocido han sido, sin excepción, excelentes prospectando. Me sorprende ver todavía que muchas personas no lo hacen o, simplemente, lo hacen muy poco. Es una de las principales razones por las que no son buenas prospectando, debido a la falta de práctica. Como gerente y coach, tienes que crear una cultura de prospección constante. Sin embargo, hay muchos estilos diferentes de prospección dependiendo de la forma de trabajar del vendedor. Hay tantas, como hay personalidades diferentes. Hay personas a las que les encanta prospectar a primera hora de la mañana, otras al final del día. Hay personas a las que les gustan los mensajes que integran información sobre la empresa y hay otras que mandan mensajes cortísimos, pero muy persuasivos. El único error que puede haber aquí es adoptar un tipo de prospección que no encaja con tus fortalezas, lo cual hará que esa actividad sea de todo menos óptima. Nunca debes imponer una metodología general de prospección para todo el mundo. Considera la personalidad y las fortalezas de tu vendedor antes de recomendar ningún tipo de prospección. Para conseguir esto es necesario usar, como siempre hacemos en coaching, las preguntas adecuadas que permitirán a la propia persona darse cuenta de qué forma sería la correcta y la que generará mayor motivación. No te olvides de que esta parte de la venta es especialmente odiada por los vendedores y es increíblemente importante estar motivado ya que, si no, se abandonará rápidamente. Conoce cómo tu vendedor consigue realizar tareas en su vida personal y profesional, como, por ejemplo, si son más productivos por la mañana o por la tarde o si es analítico y le gusta organizar su día meticulosamente o, en cambio, es más espontáneo en la forma en que trabaja y va haciendo el trabajo según va surgiendo. Esto nos da indicios de cómo sería la prospección ideal para esa persona. Como siempre, lo más importante son las preguntas que hagas para poder descubrir juntos cómo podemos encajar el mejor tipo de prospección. Por tanto, aquí te dejo algunas preguntas que abrirán la conversación y el autodescubrimiento. ¿Cómo de cómodo te sientes haciendo llamadas en frío? ¿Cómo te puedo ayudar? ¿Qué tipo de mensajes de prospección crees que te pueden funcionar mejor? ¿Qué te está impidiendo prospectar todos los días? ¿Qué crees que te podría motivar a prospectar regularmente? ¿En qué tipo de prospección has sentido que has tenido más éxito? Lo bonito de ventas es que no hay una metodología perfecta para prospectar, sino que va a depender totalmente de la forma de trabajar de cada uno. Recuerda, piensa en las fortalezas de tu vendedor.

 

Coaching de presentaciones

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¿Cuántas veces no hemos estado en una presentación que era terriblemente aburrida? ¿Cuántas palabras había en cada diapositiva? ¿Cuántas diapositivas tenía? ¿Cuántas veces habéis consultado emails en el móvil? Y lo cierto es que la gran mayoría de presentaciones suelen ser aburridas y lentas. Hay diferentes causas para que ocurra esto, desde desalineamiento con las necesidades del cliente hasta simplemente falta de energía y pasión del presentador. Pero vamos a ver cómo puedes ayudar a tu vendedor para no caer en esa misma dinámica. Una razón por la que el potencial comprador pierde el interés en la presentación, es que toda la presentación es sobre el producto que ofrece el vendedor, no sobre el cliente en cuestión. Al cliente no le interesa lo más mínimo tu historia si no hay una conexión constante con sus desafíos. Para ayudar a tu vendedor en esta parte, simplemente hazle la siguiente pregunta: «¿Cuáles son los objetivos de este cliente?». Esta pregunta es simple, pero es muy poderosa para cambiar totalmente la mentalidad. Si empiezas a hacer esa pregunta antes de las presentaciones, de las llamadas, o incluso de las propuestas que mande por email, vas a empezar a incentivar el tipo de comportamiento que quieres durante todo el proceso de ventas. La otra razón principal por la que una presentación es tediosa es que no se está usando el poder de las historias, o conocido en inglés como storytelling. El cerebro humano es totalmente adicto a historias; está hecho para recordar historias, no hechos. No importa si es un potencial comprador o un potencial partner; necesitas siempre contar tu historia con la mayor persuasión y fluidez posible. Para influenciar a tu audiencia, necesitas prestar atención a cómo estás transmitiendo el mensaje. Es más importante centrarse en la cualidad que en la cantidad, así que cuando estés haciendo coaching con tu vendedor, céntrate en historias de impacto en clientes, haz preguntas del tipo: «¿Te acuerdas de ejemplos de clientes con los que ya hicimos esto antes, es decir, resolvimos este desafío con éxito?». ¿Cómo conseguimos crear una historia que resuene en este potencial cliente por una situación parecida? Deja que ella practique contigo para conseguir construir una historia donde están los protagonistas, el desafío, los obstáculos, y al final de todo, el éxito. Por otro lado, siempre haz coaching con ellos para que siempre hagan el tipo preguntas que va a hacer que sea una presentación dinámica, donde haya participación de todo el mundo, no simplemente un monólogo de tu vendedor. Y, por último, ayuda a tu equipo a aumentar la energía de la presentación. Este para mí es el punto más importante: si no hay suficiente energía y pasión en lo que está hablando tu vendedor, da igual cualquier estrategia. La mayor parte de la energía la vas a transmitir a través de tu tono de voz. Sube el volumen, trae siempre toda la pasión a la mesa. Si combinamos esto con el storytelling, el impacto y la persuasión que generará en el cliente será extraordinaria.

 

Proceso de ventas parado

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Lo vemos constantemente: nuestro vendedor o vendedora no consigue cerrar esa oportunidad. El proceso de ventas está completamente parado y no consigue que avance de ninguna forma. Es una situación muy recurrente, especialmente en los nuevos vendedores. Pero la buena noticia es que podemos hacer algo para ayudarles. La respuesta es, como siempre, hacer coaching, entender a través de las preguntas. Si, por ejemplo, este cliente está en una situación similar a otras negociaciones que hemos perdido o ganado en el pasado, o, por ejemplo, si estamos hablando con la persona correcta o no. Si la razón es esta última, podemos navegar diferentes opciones con el vendedor, como, por ejemplo, contactar tú directamente con la jefa del potencial cliente que probablemente sí será la persona correcta y la tomadora de decisiones. Pero también puede ser el caso que simplemente no se creó suficiente urgencia en la negociación desde el principio. Aquí tenemos que ayudar a nuestro vendedor haciéndole preguntas como: ¿Por qué esto sería importante para ellos? ¿Cuál es la gran ganancia para ellos? ¿Cuál es el impacto de no tener estas soluciones ahora? Recuerda, tienes que reforzar con ellos que estamos aquí para dar valor al cliente. Otras veces, simplemente ese deal nunca va a cerrar. Muchas veces lo sabemos por la experiencia y la intuición que hemos ido adquiriendo durante los años que hemos estado ayudando a nuestro equipo o cuando éramos vendedores. Igualmente, aquí tienes que hacer un coaching para que la persona se dé cuenta de que está invirtiendo el tiempo en algo que nunca va a cerrar. Un buen coaching puede hacer que avancen los deals o negociaciones añadiendo nuevos contactos y nuevos tomadores de decisiones en la cuenta o mejorando la forma en que creamos urgencia. También, ayudar a tus vendedores a no insistir en oportunidades que nunca se van a materializar y, de esta forma, poder dedicar su tiempo a una negociación con más posibilidades. Y esto es lo que al final aumentará la tasa de conversión de ventas de tu equipo.

 

 

6 REFLEXIONES FINALES

 

Ejemplo práctico usando el modelo GROW

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El modelo GROW que vimos en este curso es el principio y base para la gran mayoría de conversaciones de coaching que vas a tener. Acuérdate de las cuatro fases de esta metodología: objetivos, realidad actual, opciones y compromisos para los siguientes pasos. Vamos ahora ver este modelo en acción con este ejemplo. Imagínate que estás siendo un coaching de carrera con tu empleada Sara y el objetivo que ha definido es que de aquí a dos años quiere ser Senior Account Executive, lo cual sería una promoción al siguiente nivel. Esto cumple los criterios de ser un objetivo, es decir, es específico, alcanzable, ya que lleva un tiempo en la posición y otras personas consiguieron alcanzarlo en el tiempo marcado, es también relevante y existe una línea de tiempo para alcanzarlo, en este caso, dos años. El siguiente paso es sentaros Sara y tú y ver cuál es la situación actual. En este caso, Sara es una Account Executive que ya ha demostrado cierta consistencia en sus resultados de ventas y cuenta con algunas de las habilidades para subir de nivel. Empezáis también a pensar qué otras habilidades le pueden faltar para ser Senior Account Executive. Quizá sea experiencia cerrando contratos más grandes y más complejos. Además, necesita seguir teniendo resultados consistentes hasta entonces para poder conseguir esa posición que quiere. Eso siempre es un requerimiento básico en ventas. Entonces lo siguiente que hacéis es ver opciones. Podemos darle, quizá, alguna gran cuenta para que empiece a ganar experiencia en liderar contratos grandes que es justo la habilidad que le falta, o crear algún proyecto que le ayude a ganar las habilidades que están faltando. La idea en esta fase es hacer un brainstorming con Sara. Finalmente viene el momento del compromiso de ambas partes para conseguir ese objetivo. Tú, como gerente, le vas a dar esa cuenta más compleja o proyecto que hablasteis. Si lo hace bien y consigue cerrar un contrato de cierto tamaño, le irás dando poco a poco más responsabilidades. De esta forma, iremos comprobando los progresos cada tres meses. Como puedes ver, es una metodología de coaching muy fácil y super intuitiva de aplicar para todo tipo de situaciones, desde situaciones donde hace falta mejorar su rendimiento hasta para alcanzar sus objetivos de carrera a largo plazo. Te desafío aplicar el modelo GROW en tu próxima reunión.

 

Escucha activa

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Nunca vas a conseguir hacer un coaching efectivo, ni con la metodología GROW, ni haciendo las preguntas correctas, si falta el elemento más importante de todos: la escucha activa. Piensa la última vez que alguien te escuchó atentamente, que estaba a tu lado en todo momento, en todo lo que decías. Es una experiencia increíble, pero ocurre muy poco, ¿verdad? Como Sales Coach, tu trabajo es dar este tipo de experiencias a cada miembro de tu equipo. Tienes que aprender a leer entre líneas, escuchando profundamente el significado emocional detrás de la historia que te cuentan. De hecho, hay tres niveles de escucha: en el primer nivel solo estás centrado en ti mismo, estás escuchando a la otra persona, pero estás principalmente preocupado con lo que esa conversación significa para ti. Imagínate que tu vendedor está teniendo problemas en lidiar con el estrés de los objetivos de ventas. Si estás en este primer nivel de escucha, acabarás dando consejos que están basados en tu propia vida o experiencia personal, como, por ejemplo, cómo tú conseguiste, en su momento, lidiar con la situación en la que se encuentra esa persona. En un segundo nivel, estás totalmente centrado en la otra persona y, como coach, tu conciencia está totalmente dirigida a tu vendedor. Continuando con el ejemplo anterior, en este nivel, un coach responderá a este desafío intentando ver las soluciones disponibles para así poder entender mejor por qué tu vendedor se siente estresado. En este nivel de escucha, la clave es empatía y colaboración. Finalmente tenemos el último nivel. Aquí el coach confía en su intuición para recopilar información que no se pue observar a simple vista. En este nivel, entendemos profundamente el dilema y las dinámicas internas de tu vendedor. Pues sentir las energías y las emociones, tanto habladas como no habladas, ayudando así a solucionar ese desafío. Con una escucha activa refinada, conseguirás navegar constantemente entre el nivel dos y el nivel tres. Y una vez entiendes lo que realmente está ocurriendo, ya puedes guiarle a una solución. Como puedes ver, escuchar activamente y empáticamente es la base del coaching. Es la forma de entender si tu empleado o empleada está progresando hacia los objetivos que marcasteis juntos.